La relocalización en la cadena de suministro

Décadas después de que la mayor parte de la producción industrial mundial se localizara en China y otros países del sureste asiático, crece la presión para devolverla a los países occidentales con el fin de asegurar un mejor suministro, especialmente en algunos productos estratégicos. Es lo que se denomina relocalización de la cadena de suministro.

Lo cierto es que China se ha ido convirtiendo durante las últimas décadas en la fábrica del planeta. Allí se ha concentrado gran parte de la producción industrial del mundo, aprovechando los beneficios que ofrece el país en cuanto a costes, entre otros aspectos.

Sin embargo, diversos factores parecen poner en cuestión un modelo que ahora parece en trance de cambio para buscar un control más exhaustivo de los suministros.

Recientes acontecimientos en la mente de todos demuestran lo peligroso que puede resultar de cara a futuras crisis la extrema dependencia que tenemos en todo el globo de la producción industrial china.

Por ese motivo, cada vez es más evidente una nueva tendencia de relocalización de las cadenas de suministro que aboga por diversificar la red de proveedores para asegurar el suministro incluso en las peores condiciones.

Repensar la cadena

De igual modo, también se ha abierto una importante reflexión en el ámbito de la gestión logística a raíz de las alteraciones registradas desde hace unos meses en el tráfico internacional de contenedores, que son el verdadero flujo sanguíneo del comercio mundial.

Así pues, durante el último año se vienen registrando atascos monumentales de contenedores en algunos de los principales puertos del planeta, principalmente de los Estados Unidos y China, aunque también se producen en otros puertos europeos, incluyendo los españoles, como consecuencia de las distorsiones en la producción y exportación de bienes que se registra desde la irrupción de la pandemia.

En este contexto, grandes multinacionales, además de otras empresas de menor tamaño, empiezan a repensar sus flujos logísticos para reducir su dependencia del sureste asiático, y de China en particular.

Incluso algunos Gobiernos también empiezan a ver la necesidad de proteger las cadenas de suministro de productos estratégicos, como demuestra, por ejemplo, la escasez de microprocesadores que se vive a escala planetaria, que ha tenido especial impacto en la industria automovilística.

Así pues, la falta de componentes electrónicos para instalar en los coches ha obligado a cerrar plantas de producción, a mandar a miles de trabajadores a sus casas y a reducir la fabricación de automóviles por falta de un componente informático cada vez más importante para los vehículos a motor.

La relocalización en la cadena de suministro

En concreto, en los Estados Unidos, la Administración Biden aboga ya en sus primeros días de mandato por traer de vuelta al país un grupo de cadenas de suministro críticas que constituyen activos estratégicos, como la producción de componentes informáticos, productos farmacéuticos o materias primas, entre otros.

De igual manera, el Parlamento Europeo también ha elaborado hace pocas semanas un documento en el que también defiende el regreso de ciertas cadenas muy internacionalizadas al territorio comunitario, especialmente de algunos productos estratégicos y de aquellos en los que se han registrado cuellos de botella para el suministro.

La intención de la Unión es reducir la dependencia que tiene el continente de productos importados desde otros lugares del mundo.

El informe del Parlamento Europeo indica que existen riesgos de catástrofes naturales, futuras pandemias o incluso ciberataques que pueden poner en riesgo el suministro de productos de primera necesidad en la UE.

Ante circunstancias como estas, la institución cree necesario una mayor diversificación de proveedores y hacer retornar al territorio comunitario algunas cadenas especialmente sensibles, incluso con apoyo público si fuera necesario.

La oportunidad de la relocalización

Al impulso político parece estar sumándose el interés de cada vez más empresas por contar con cadenas de suministro adaptadas a una nueva realidad económica.

La idea es generar cadenas de suministro resilientes, agiles y capaces de tener respuesta ante los riesgos que acechan, sin perder de vista la creciente importancia de la sostenibilidad.

Así mismo, mediante un control más estrecho de la cadena de suministro, las multinacionales garantizan que sus proveedores cumplen con el Derecho Internacional, sobre todo en lo relativo con los derechos de los trabajadores y la lucha contra la explotación laboral.

En este mismo sentido, la creciente tendencia a la robotización y la digitalización hace posible que los costes de producción bajen, con lo que aumenta el interés de muchas empresas por retornar plantas que anteriormente se habían deslocalizado.

Como consecuencia, parece que los valores en que se basan las decisiones para ubicar plantas de producción tienen ahora más que ver con reducir los tiempos de suministro desde las fábricas hasta los mercados finales, la reducción de los tiempos de tránsito en el transporte y las preferencias de cada vez más consumidores por los productos de proximidad.

Ventajas de la relocalización

Desde un punto de vista empresarial, la relocalización ofrece una serie de ventajas que pueden agruparse a partir de diversos factores:

1) Económicos:

Los factores económicos parecen los más obvios de todos los que se manejan para articular los procesos de relocalización y están relacionados con ahorros de costes, principalmente laborales y en suministro de materias primas.

2) Tecnológicos:

La tecnología permite mejorar la producción y reducir los costes laborales asociados, con lo que tiende a desaparecer uno de los principales motivos que se habían venido esgrimiendo hasta ahora para deslocalizar la producción: el control de costes.

3) De seguridad:

Crisis como la que se vive actualmente muestran claramente cómo cualquier evento internacional puede interrumpir las cadenas de suministro más internacionalizadas y alargadas, algo que cada vez más empresas no pueden permitirse por su impacto sobre ventas y competitividad.

4) Estratégicos:

Finalmente, la relocalización permite acercar la producción a los mercados finales, lo que potencia el control sobre toda la cadena de valor, especialmente gracias al uso de plataformas de visibilidad y trazabilidad bien diseñadas.

Precisamente en este sentido, en momentos en que la cadena de suministro evoluciona para adaptarse a los drásticos cambios sociales y económicos que se están produciendo en los últimos meses, es más conveniente que nunca contar con sistemas de visibilidad integral de la cadena de suministro con una perspectiva de negocio.

FIELDEAS Track and Trace combina un exhaustivo control de la trazabalidad de la cadena de extremo a extremo, con una visión integral que permite mejorar la función logística a través de oportunidades de mejora tanto para transportistas, como para operadores logísticos y empresas productoras y comercializadoras.

Entre las mejoras que impulsa el uso de FIELDEAS Track and Trace se encuentran:

– La obtención de visibilidad completa de las expediciones a lo largo de toda la cadena de suministro, gestionando de forma centralizada todas las operaciones logísticas y los actores involucrados.

– Control de las operaciones y gestión de forma eficiente de todos los procesos logísticos en curso.

– Incrementar la satisfacción de tus clientes y la mejora de tus procesos internos.

Además, FIELDEAS Track and Trace posibilita un mejor control de los riesgos que acechan a la cadena de transporte, un factor cada vez más importante en la gestión logística.